viernes, 12 de julio de 2013

Algunas patologías que pueden conducir a la infertilidad

La infertilidad no es cubierta por los servicios de salud, ni por el privado ni por el público, pues en Chile no es reconocido como una enfermedad, este es el objetivo que principalmente persigue la corporación Queremos ser padres, la codificación en los servicios de salud, para así poder acceder a los beneficios de estos, pues hoy en día la única posibilidad de atención es la particular o por medio de los cupos que genera el gobierno, los cuales son escasos y con variadas trabas para su acceso.
Existen variadas enfermedades comunes que provocan infertilidad, en el caso de las mujeres: diabetes mellitus, problemas tiroideos, enfermedades suprarrenales, problemas hepáticos, enfermedades renales, factores psicológicos, hipopituitarismo, factores ováricos, reserva ovárica disminuida, menopausia prematura, enfermedad pélvica inflamatoria (PID, normalmente debido a infecciones por chlamydia), factores uterinos, malformaciones uterinas, anticuerpos antiesperma., moco cervical insuficiente (para el movimiento y supervivencia del esperma), factores vaginales, vaginismo, obstrucción vaginal, factores genéticos, anorexia, entre muchos otros.
Por otro lado, están los factores que  se pueden dirigir a la infertilidad en hombres, causas pre-testiculares, problemas endocrinos, como diabetes mellitus o problemas de tiroides, hipogonadismo debido a causas varias, factores psicológicos, drogas, alcohol, factores testiculares, defectos genéticos en el cromosoma Y, fallo idiopático, consumo de tabaco, entre otros

De manera que podemos considerar la infertilidad como un problema público, es decir, puede pasarle a cualquier persona y en cualquier momento, es algo que podría llegar a afectar a prácticamente toda la población y no a un sector pequeño de esta.

Resultados, discusión e interpretaciones



La Corporación Queremos Ser Padres representa, bajo el marco teórico con el que estamos trabajando, los marcos o frames que cohesionan a los participantes mediante la representación simbólica del nombre mismo del movimiento.
Las distintas instancias que han vivido, tanto los fundadores como los participantes de la corporación, con la infertilidad a cuestas han provocado un fuerte sentimiento de desamparo al momento de enfrentarse a esta enfermedad por sí solos. Esto porque los tratamientos son demasiado caros como para que todas las parejas afectadas puedan tratarse de buena manera. En este sentido, ven la necesidad de exigir sus derechos a un acceso a la reproducción asistida, que sea otorgado por el Estado, entendiéndose la infertilidad como un problema público y no privado, porque trasciende las barreras puramente económicas y llega a tocar dimensiones socioeconómicas, de relación de pareja y psicológica, además de afectar, por un efecto de cadena, ámbitos tan diversos como el laboral, de otras afecciones de salud, entre otras. Es así como se genera una motivación, una decisión consciente a participar del movimiento que los pueda representar y elevar su voz hacia los altos cargos del país. Como lo mencionamos anteriormente, los participantes se reúnen bajo el mismo nombre de la corporación, “Queremos Ser Padres” denota la exigencia de un derecho que debiera ser natural para todas las personas, sin distinciones ni discriminaciones de ningún tipo. Hay una ampliación de marcos que llega a tocar a todos los estratos socioeconómicos, reunidos frente a un problema que no sabe de clases sociales ni discriminación.

Esto mismo condiciona las relaciones que tendrá el movimiento, con quién se relaciona y cómo para lograr sus objetivos. La Corporación Queremos Ser Padres hoy en día entabla conversaciones directamente con el Ministerio de Salud y el Presidente de la República. Sin embargo esto lo ha hecho valiéndose de la presión física, esto es en las inmediaciones del Palacio de la Moneda en fechas estratégicas, la incorporación de sus manifestaciones a manifestaciones que tratan otros temas de la contingencia nacional y principalmente la insistencia de generar diálogo con los representantes últimos de las entidades que pueden dar alguna solución a su problema, y no quedarse solamente con intermediarios que, al fin y al cabo, tienden a perderse en el papeleo burocrático. Además, la asociación a entidades que se dedican profesionalmente a tratar la infertilidad como enfermedad ha sido de gran apoyo para la difusión de sus objetivos y su visión y de respaldo de la opinión de expertos.